¿Qué es ser arquitecto hoy? I
Por: Anatxu Zabalbeascoa | 25 de junio de 2012
Un puñado de arquitectos españoles responderán a esta pregunta. Se trata no solo de que expliquen aspiraciones y realidades, también contarán cuál es su idea de la arquitectura, cómo se ganan la vida, qué trabajos realizan y hasta dónde están dispuestos a llegar para poder hacer arquitectura.
H Arquitectes: trabajar en grupo y dormir tranquilos
H Arquitectes obtiene sus ingresos de un delicado equilibrio entre pequeños encargos privados (amigos y conocidos en los inicios y, más recientemente, clientes interesados en su obra ejecutada) y encargos públicos a través de concursos abiertos o restringidos. “Doce años de experiencia como despacho independiente nos han permitido consolidar una presencia continuada en nuestro entorno social y profesional que desemboca en múltiples encargos de pequeño tamaño. Así, nuestro problema no es tanto la obtención de encargos como hacerlos rentables pues la gran dedicación y el cuidado casi artesanal que ponemos en cada uno de ellos hace que el equilibrio económico interno sea difícil de mantener”, explican.
Este estudio de Sabadell (Barcelona) está compuesto por cuatro socios arquitectos (Xavier Ros, David Lorente, Roger Tudó, y Josep Ricart) que, desde el año 2000, están organizados mediante una Sociedad Limitada Profesional. Actualmente tienen cinco colaboradores permanentes con una antigüedad media de cinco años (dos arquitectos, un arquitecto técnico, un interiorista y un estudiante de último curso de arquitectura). Hoy trabajan en tres encargos de pequeñas viviendas privadas en fase de proyecto o licitación y están dirigiendo las obras de otros cuatro encargos: un edificio universitario, una ampliación escolar y otras dos viviendas privadas.
¿Hasta dónde están dispuestos a sacrificar para poder hacer arquitectura? Hasta el momento hemos tenido muchos más beneficios (trabajo, conocimiento, colaboraciones, resultados, relaciones personales, etc.) que sacrificios, los cuales, básicamente, han sido económicos.
No obstante, como nuestro enriquecimiento material no representa un objetivo esencial y nuestra retribución ha estado siempre dentro de nuestros límites de necesidad básicos, podríamos decir que aún no nos hemos visto en la tesitura de tener que sacrificar algo que podamos considerar como realmente importante para nosotros: intereses familiares, personales, intelectuales, culturales o sociales.
¿Cuántos trabajos más allá de la práctica arquitectónica realizan para poder realizar arquitectura? Tres de los socios complementan su dedicación al estudio con clases en la universidad que, si bien no repercuten en altos ingresos puesto que los profesores asociados tienen condiciones muy precarias, sí aportan un enriquecimiento profesional esencial para la evolución interna del despacho.
El socio restante participa a tiempo parcial en la gestión de una pequeña empresa familiar.
¿Qué tratan de conseguir como arquitectos? Esencialmente intentamos desarrollar nuestro potencial profesional, nuestros intereses intelectuales y nuestras inquietudes sociales a través del conocimiento, aplicación y difusión del proceso edificatorio.
¿La situación actual es más fácil afrontarla como grupo o individualmente? No tenemos experiencia en el desarrollo profesional individual pues desde que terminamos la universidad colaboramos conjuntamente, pero estamos convencidos de que la multiplicidad de aportaciones que implica el trabajo en grupo permite afrontar mejor las situaciones adversas.
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