AVISO IMPORTANTE


lunes, 28 de marzo de 2011

Eduardo Souto de Moura gana el premio Pritzker de arquitectura

 El arquitecto portugués Eduardo Souto de Moura ha sido el ganador del premio Pritzker de arquitectura de 2011, el más prestigioso galardón de esta disciplina artística dotado con una cantidad de 100.000 dólares, según ha hecho pública la agencia Associated Press.[...]

La organización del premio Pritzker tenía previsto hacer público el nombre del ganador el próximo día 11 de abril, pero según la fundación que otorga el premio el embargo fue roto ayer por un blog alojado en la web de scalae.net, portal de información de arquitectura. Un portavoz de la organización ha asegurado desconocer cómo se produjo la filtración. A media tarde la noticia que publicaba scalae.net había desaparecido.[...]


Más información

 Fuente: ELPAIS
 Fotogalería: http://www.elpais.com/fotogaleria/portugues/Souto/Moura/gana/Pritzker/elpgal/20110328elpepucul_1/Zes/1

domingo, 27 de marzo de 2011

Tutoría

A T E N C I Ó N ! !
Este miércoles 30 no habrá correcciones PFC
CORREGIREMOS EL VIERNES 1 DE ABRIL a la hora habitual

El Madrid de los perdedores



PATRICIA GOSÁLVEZ - Madrid - 26/03/2011   ELPAIS

Si hubiesen ganado los que perdieron, la postal más famosa de Madrid, la cúpula de Metrópolis, no existiría. En su lugar habría un cimborrio como de catedral. En vez del curvo edificio Capitol de la plaza de Callao, habría un rascacielos rectilíneo alrededor del cual no se podría enroscar el luminoso de Schweppes. Y Correos no habría sido bautizado -por Leon Trotsky, nada menos, durante una visita- como Nuestra Señora de las Comunicaciones. Bastaría con que, en vez del monumental proyecto de Palacios y Otamendi, hubiese ganado el de López Blanco y Montesinos, mucho más sobrio y aburrido.

Si los jurados de los grandes concursos arquitectónicos hubiesen votado distinto, la ciudad sería otra. La de los perdedores. Sus proyectos dibujan un Madrid irreconocible.
Los concursos son como los castings de los arquitectos. Un esfuerzo caro y angustioso del que se puede salir con las manos vacías. "Existen desde el Renacimiento", explica el profesor Pedro Moleón. "Pueden ser de proyectos detallados o de ideas, firmados o bajo lema, abiertos o restringidos por invitación, por estos últimos se suele cobrar, por los abiertos, solo cobran los premiados". "La experiencia de ser jurado también es tremenda", dice el arquitecto que ha estado en ambos lados. Y apunta un posible consuelo para quienes perdieron: "Se suele decir que quedar segundo da prestigio, porque el que gana es el proyecto posibilista, el fácil, y el segundo, es el arriesgado... Vamos, que perder joroba, pero da caché".Caché o no, perder joroba siempre. La historia de estos cinco concursos madrileños, piques incluidos, lo demuestra.

EDIFICIO METRÓPOLIS El falso ganador

Es difícil imaginar otro edificio en el lugar del Metrópolis, pero quienes leyeron la revista Nuevo Mundo el 12 de octubre de 1905 pensaron por un momento que la esquina en la que nace la Gran Vía estaría adornada por una recargada fachada catedralicia de cimborrios y chapiteles. Era el proyecto de Manuel del Busto, uno de los arquitectos que se presentó al concurso de la Unión y el Fénix Español para construir su sede en el mejor solar de la ciudad. La revista lo dio por ganador, pero Del Busto solo se llevó un accésit (5.000 pesetas a repartir con otros tres arquitectos).

 
Todo lo explica muy bien otra revista, La Ilustrada de Banca, Ferrocarriles, Industria y Seguros. El primer premio (8.000 pesetas) lo ganaron los hermanos Jules y Raymond Février, el tercero Julio Zapata (3.000 pesetas), el segundo quedó desierto. "El resultado, si bien concede el primer lugar a los arquitectos franceses, no por eso ha dejado de ser satisfactorio para los españoles, quienes en este honrosísimo pugilato han logrado el mayor número de recompensas", dice la revista. Es decir, que ganamos premios menos importantes, pero más premios. Consuelo de tontos, porque los Février no se pudieron poner más franceses con su elegante edificio estilo Bajo Imperio.

EDIFICIO CAPITOL Seis buenos proyectos

Hasta nueve arquitectos (con seis proyectos) convocó don Enrique Carrión y Vecín, marqués de Melín, para hacer realidad el que sería uno de los primeros edificios comerciales de España. El edificio Carrión albergaría todo lo que necesitaba un urbanita moderno en los años treinta: cine, salón de té, bar americano, sala de fiestas, economato, oficinas y los primeros apartamentos amueblados que se alquilaron en Madrid.


No tenía mal ojo el marqués, todos los proyectos son buenos y el que eligió resultó ser la obra maestra de la que cuelga el luminoso de Schweppes. Manuel de Cárdenas propuso un rascacielos espigado y neoyorquino, Pedro Muguruza un elegante chaflán de ladrillo. Los otros proyectos miraron hacia Alemania donde triunfaba la Bauhaus y el expresionismo de Mendelsohn: todos tienen forma de barco. Su proa se lanza contra la plaza creando una potente perspectiva de la Gran Vía.


Gutiérrez Soto presentó un transatlántico potente pero algo confuso, lleno de banderitas y luminosos. Entre los proyectos destacaba la obra de dos jovencísimos arquitectos, Luis Martínez Feduchi y Vicente Eced. Hacía cuatro años que habían salido de la escuela pero presentaron un proyecto limpio y racionalista, un buque que zarpaba hacia la vanguardia española, esa que muy pronto se encallaría con la Guerra Civil. El marqués declaró nulo el concurso y encargó directamente la obra a los recién graduados.



CÍRCULO DE BELLAS ARTES Un amigo, un voto

Si uno no cuenta con el beneplácito del jurado, conviene tener amigos. En 1919 todo el que era alguien en Madrid mostró sus colores ante la polémica suscitada por el concurso del Círculo de Bellas Artes.

Los anteproyectos debían imaginar una sede con sala de exposiciones, salón de baile, peluquería y terraza helioterápica... Llegaron 15, que se expusieron en el Pabellón de Cristal del Retiro, con tanto éxito que hubo prórroga. El jurado eligió tres y desestimó el de Antonio Palacios porque sobrepasaba la altura de la ordenanza municipal. El afamado arquitecto (ya había hecho el Palacio de Correos) era un socio bien relacionado del Círculo. Y empezó a mover sus hilos.

Un grupo de socios presentó 200 firmas contestando el fallo e imprimió un folleto en el que Palacios defendía que la altura de un edificio depende desde dónde se mida (había que hacerlo desde la terraza, no desde el torreón).



La terna de premiados respondió con un escrito conjunto en el que "prescindiendo de ironías y apreciaciones puramente personales" (como había hecho Palacios) defendían la imparcialidad del jurado. La prensa y el resto de arquitectos tomaron partido eligiendo un bando o abochornándose: "Siento el espectáculo que con este motivo estamos dando", escribió el director de La Construcción Moderna.

"Para salir del atolladero se propuso organizar una nueva exposición de los proyectos y someterla a votación nominal de socios [...] no sin que a un buen número de socios y a varios de los arquitectos concursantes les pareciera una solución arbitraria e inaceptable",explica José Luis Temes en su historia del Círculo. En la nueva votación ganó "por clara mayoría" el proyecto de Palacios, que además de más amigos, tenía entre manos una obra mucho más arriesgada, vanguardista e icónica que las de sus contrincantes.

EL PALACIO DE CORREOS El cabreo del descalificado

Sería la obra pública más grande en años, pero solo se presentaron tres proyectos para la nueva casa de Correos. Firmados por Palacios y Otamendi (los ganadores), Carrasco y Saldaña (que quedaron segundos) y López Blanco y Montesinos, cuya propuesta fue descalificada por la Real Academia de San Fernando. No les sentó nada bien. Tras el fallo confeccionaron un "folleto" para que "la cuestión fuera conocida por la prensa, es decir por el público, y por cuantas personas pueden o deben contribuir a formar un estado de opinión sano sobre una obra que tanto a todos interesa".


El "folleto" tiene 75 páginas. En ellas "nadie podrá ver ni un átomo de pasión, ni de crítica; pues se reduce a la simple descripción de nuestro proyecto", escriben los arquitectos. Sin embargo, la explicación de su "modesta labor" está trufada de deliciosas pullas de perdedor.

Era 1904, el tema es delicado y la prosa de la época almibarada, pero vienen a decir que el concurso estaba amañado: "Está muy arraigada la creencia de que es un concurso pro formula [...] sin embargo tenemos la confianza absoluta de que los proyectos han de ser juzgados leal e imparcialmente dados los nombres sin tacha de los llamados a juzgar y la consideración de que para dar la dirección de estas obras a quien quisiere no necesitaba el Gobierno representar tan lastimosa comedia".

Durante páginas y páginas defienden su obra y critican, sin nombrarla, a la de Palacios: que si la suya es más práctica que "algunas", que es sobria porque tanto adorno digno de un palacio no pega en un edificio público, que si su presupuesto no es tan inverosímil como el de otros... etcétera.

CASINO DE MADRID Refrito de proyectos

Una veintena de planos enmarcados adornan los elegantísimos pasillos del Casino de Madrid. Las delicadas acuarelas de 1903 exponen cómo pudo haber sido el edificio. Es uno de los pocos lugares donde se homenajea a los perdedores, aunque, en realidad, aquí no perdió nadie, porque tampoco hubo un ganador.

Cuando el Casino convocó su concurso, recibió 27 proyectos internacionales. "Preseleccionaron seis, que forman un catálogo de las tendencias de la época, pero ninguno convenció del todo", explica el documentalista del Casino Miguel Ángel Ramírez . El concurso se declaró desierto, se pagaron 5.000 pesetas a los preseleccionados y se decidió hacer un refrito con sus proyectos. Uno de ellos, el francés Farge, se encargó de coger esta cornisa de aquí, esta escalera de allá... "Como los arquitectos franceses no podían firmar en España, dirigió la obra López Sallabery, que cambió lo que quiso, y como este era arquitecto municipal y no se podía dar permiso a sí mismo, presentó la licencia de obras su yerno, Luis Esteve", explica Ramírez.
 Frente al plano preseleccionado de Gómez-Acebo, el documentalista señala que "la torre está al otro lado, pero la balaustrada se parece mucho a la que quedó". El paseo se convierte así en un juego de buscar las semejanzas. El portal lateral es de Palacios, la escalera imperial de Farge, aunque Sallaberry le dio la vuelta.... En el edificio hay algo de todos los proyectos, pero todo, de ninguno.



Galería de imágenes completa: http://www.elpais.com/fotogaleria/Madrid/fue/elpgal/20110318elpepunac_2/Zes/1

viernes, 25 de marzo de 2011

High-line proyect

A través del post de marta sobre los "cubos", he recordado este proyecto de reconversión de una estructura en el centro de NY. Espero que os guste!


The High Line
New York, New York 
Diller Scofidio + Renfro





“The preliminary design succeeds in preserving the High Line's tough industrial character without sentimentalizing it.”
Nicolai Ouroussoff
NY Times
The master plan for the High Line, a 1.5-mile-long historic elevated rail structure on the West Side of Manhattan, is a design collaborative with Field Operations that also includes Olafur Eliasson, Piet Oudolf and Buro Happold.




“Inspired by the melancholic, unruly beauty of the High Line where nature has reclaimed a once vital piece of urban infrastructure, the team retools this industrial conveyance into a postindustrial instrument of leisure reflection about the very categories of “nature” and “culture” in our time. By changing the rules of engagement between plant life and pedestrians, our strategy of agri-tecture combines organic and building materials into a blend of changing proportions that accommodate the wild, the cultivated, the intimate, and the hyper-social.
In stark contrast to the speed of Hudson River Park, this parallel linear experience is marked by slowness, distraction and an other-worldliness that preserves the character of the High Line. Providing flexibility and responsiveness to the changing needs, opportunities, and desires of the dynamic context, our proposal is designed to remain perpetually unfinished.”











The design includes a giant outdoor movie screen, visible from the street, and a public swimming pool with an elevated sandy beach that turns into a toboggan run in the winter.



















 

jueves, 24 de marzo de 2011

Los aires modernos de la arquitectura española

Los aires modernos de la arquitectura española

Un volumen documenta con minuciosidad las construcciones y equipamientos públicos entre 1925 y 1965

Mª JOSÉ DÍAZ DE TUESTA - Madrid - 22/03/2011  ELPAIS

Frente a la arquitectura especulativa de las últimas décadas, tan ansiosa por encontrar efectos especiales, está sin ir muy lejos una arquitectura basada en la racionalidad, en el uso preciso de los materiales y con una cualidad ética: cumplir una función social. Estos valores llegaron de la mano del Movimiento Moderno que en España se sitúa entre 1925 a 1965. Luego se abandonaron en los años ochenta con el culto a la posmodernidad y ahora se percibe un cierto regreso, quizá a fuerza de la crisis. Ejemplos magníficos hay unos cuantos repartidos por toda la geografía española. La Fundación Docomomo , que se dedica a documentar, cuidar y difundir ese impagable patrimonio, acaba de publicar el primer volumen de Equipamientos Lugares públicos y nuevos programas, 1925-1965. Recoge con apreciable minuciosidad, con su ficha, planos, fotografías y una breve descripción, 300 obras ordenadas por comunidades autónomas de edificios educativos, sanitarios, religiosos y administrativos. El segundo tomo se encargará de los comerciales, turísticos, de ocio, deportes y de transportes.



"Es necesaria una mirada al pasado para descifrar lo que somos, porque cada estilo es el reflejo de las inquietudes y los gustos de una determinada época", dice Celestino García Braña, presidente de la Fundación. "Por ejemplo, la Alhambra fue cantera y cueva de ladrones hasta que los románticos se fijaron en ella porque conectaba con ese interés que tenían por los cultos exóticos".


 Los edificios de la modernidad dicen adiós a los estilos anteriores basados en lenguajes históricos: neorromanticismo, barroco, neoclásico...e irrumpen con un lenguaje funcional, técnico y con la expresividad de los nuevos materiales, el hormigón, el hierro y el vidrio. Uno de los ejemplos es el Centro de Investigaciones Geológicas, en Madrid, de Miguel Fisac. "Toda la expresividad del edificio se concentra en el uso del hormigón", aprecia García Braña. Del mismo arquitecto se derribó no hace tantos años, en 1999, La Pagoda, algo que los arquitectos compararon como "la quema de un "miró". ¿Hoy hubiera sido derribada? "Quiero creer que no", afirma el presidente de esa Fundación que ejerce de "vigilante" de esos edificios. "El patrimonio hay que crearlo día a día y las administraciones públicas y la sociedad tienen que ser conscientes de ello".

 
Espacios religiosos
En cuanto a los espacios religiosos, los aires renovadores que llegaron con el Concilio Vaticano II encajaron bien con esa nueva visión de la arquitectura. En pleno debate sobre la arquitectura de culto, en los años cincuenta, prolifera la construcción de iglesias. Una de las más originales por su imagen y por el uso del hormigón y superficies de vidrieras es la iglesia parroquial de Nuestra Señora de Guadalupe (1965), en Madrid, de Félix Candela, que empieza a construir en España tras un largo exilio en México. También se integran en este movimiento, Nuestra Señora de Aránzazu (1955), en Oñate, Guipúzcoa, de Sáenz de Oíza y Luis Laorga o la iglesia de Fuencisla (1965), en Madrid, de José María García de Paredes. Esa nueva arquitectura también entró de lleno en los colegios cuya organización cambió radicalmente. La luz es vital, el aula debe ser un espacio iluminado uniformemente, pero los rayos de sol no pueden molestar, tienen que ser indirectos, así que la orientación norte es esencial.


El colegio de Las Teresianas (1969), en Córdoba, de Rafael de la Hoz, el Colegio Mayor Casa de Brasil (1962), de Alfonso D`Escragnolle y Fernando Moreno, en Madrid, o el de Nuestra Señora de Santa María (1962), de Fernández Alba, también en Madrid, con las aulas que se repiten dispuestas para buscar el sol son dos buenos ejemplos de que la función no solo es una cuestión de estilo, sino la que organiza todo el edificio. Junto con la funcionalidad, la austeridad de medios era otro de los valores supremos del Movimiento Moderno y que según García Braña vuelve a tener razón de ser: "O sea, más humildad".

miércoles, 23 de marzo de 2011

Matta Clark

Gordon Matta Clark (Nueva York, 1943-1978). Fue un artista Estadounidense que exploró diferentes modos de intervención artística, mezclando indistintamente la perfomance, la crítica socio-espacial de la arquitectura y el urbanismo, el arte conceptual y las propuestas lúdico libertarias de vanguardia. Conocido por sus trabajos de “site-specific” en la decada de los 70, se le reconoce principalmente por sus “building cuts" o “cortes de edificios", una serie de intervenciones en inmuebles abandonados de los cuales removía casi quirurgicamente diversas secciones de suelos, techos y murallas, de forma estratégica, con el fin de reconfigurar el significado mismo del edificio y su valor simbólico y cultural.







Página Web




En los próximos días quedará abierta la PÁGINA WEB del grupo de PFC de la unidad docente de Luis Antonio Guetierrez Cabrero y Marta Fernández Rodríguez. En ella se podrá consultar la actividad del grupo.

Todos los alumnos que lo deseen, pueden proporcionar sus datos y medios audiovisuales  en los que se cuente el estado de su proyecto, y/o sus láminas resumen a través del formulario que se puede consultar en  la siguiente dirección

Una vez relleno, el formulario será enviado junto con los archivos adjunto que se deseen a la dirección del grupo  

martes, 22 de marzo de 2011

Nine floating Fountains by Isamu Noguchi

“Nine floating Fountains” is Isamu Noguchi last work for the world expo in Osaka, japan. Noguchi took this water tap illusion one step further and developed nine “floating” fountains for the World Expo in Osaka, Japan.
Incredible fountains that looks like they are flying.
en http://cubeme.com/blog/2007/10/31/nine-floating-fountains-by-isamu-noguchi/

Exposición

La Secretaría de Estado de Vivienda y Actuaciones Urbanas
del Ministerio de Fomento, junto con el equipo que surge
del Postgrado de Especialización en Instalaciones Efímeras
y la Comisaria Carmen Blasco, presentan:

EFÍMERAS
alternativas habitables

desde el 16 de febrero al 29 de mayo de 2011
Una exposición innovadora, tanto en el contenido como en la forma y estrategia. Se generará debate, intercambio y propuestas en torno a los Hábitats Efímeros, dentro del contexto arquitectónico, social y político actual.
Encontrarás prototipos a escala real, audiovisuales, libros y juegos que te acercarán a los proyectos internacionales más influyentes en este campo de la arquitectura experimental del s XX.
Sala de la Arquería de los Nuevos Ministerios.
Paseo de la Castellana 67, 28046 Madrid. Entrada Gratuita.
Martes a sábado de 10 a 14h y de 17 a 21h . Domingo de 10 a 14h 



PINK PROJECT, 2008

AUTOR:  Graft (Diseño) y Brad Pitt (Comisario y promotor)
CONSTRUÍDO:   Nueva Orleáns, Luisiana, EE. UU.

Peach Orchard Song

lunes, 21 de marzo de 2011

Fábrica Van Nelle


La fábrica Van Nelle situada en Van Nelleweg 1 de Rotterdam y construida entre 1925 y 1931 para el refinado y procesos de envasado de café, té y tabaco, es el resultado de un análisis exhaustivo de las funciones técnicas de esta fábrica específica (las materias primas eran trasladadas a la planta superior de los edificios de la fábrica para ir bajando por plantas después de cada etapa del tratamiento) y de mejora de los aspectos sociales («factor humano») del trabajo en una fábrica y también de una intensa cooperación entre el empresario (CH van der Leeuw, un teósofo) y los arquitectos Johannes Andreas Brinkman (1902-1949) y Leendert van der Vlugt (1894-1936), asistidos por el arquitecto Mart Stam (1899-1986) y el contratista JG Wiebenga (1886-1974), todos integrados en la 'Nieuwe Bouwen' (la rama holandesa del Movimiento Moderno). 





El volumen principal consta de tres fábricas. La fábrica de tabaco, de ocho plantas, se completó en 1928, mientras que la fábrica de café, de seis pisos, y la de té, de tres pisos, se completaron en 1929. Las cajas de escaleras se ubicaron en ambos extremos y entre los volúmenes, y como estaban conectadas con los baños, fueron diseñadas para que alternativamente fueran de uso exclusivo para hombres o mujeres.
Siguiendo la ley de la gravedad, los productos se movían de piso superior a piso inferior con cada etapa del procesamiento. El decrecimiento en altura de las tres secciones se explica así teniendo en cuenta el número de etapas en la elaboración de cada uno de estos productos. El café en bruto se llevaba al piso superior donde con luz cenital del norte se podía efectuar el control de calidad del grano por color. Dos pisos más abajo se encuentra el espectacular espacio de doble altura con los tostadores de café, que eran c o n t rolados desde un entrepiso. Desde el departamento de envasado, en la planta baja, el producto era enviado por las cintas transportadoras a través de las galerías vidriadas al edificio de almacén y despacho para ser expedido al que se unía por puentes de transporte elevados de cristal, cruzando en diagonal sobre la calle de la fábrica
Además cuenta con un edificio en forma de L de taller/ garaje; una sala de calderas con una casi independiente, chimenea de perfil. 







Para su construcción, los estudios realizados habían concluido que con una anchura aproximada de 19 metros se podría asegurar la incidencia de suficiente luz natural. Así se explica el esquema de planta lineal de las fábricas. El largo frente vidriado que se creó como consecuencia, también pretendía servir a la identidad corporativa de la firma, mostrándola como una moderna compañía.
Todos los edificios están construidos con hormigón armado, acero y vidrio. Típicas características técnicas son sus columnas con capitel fungiforme que permitía la construcción de forjados sin vigas y como consecuencia liberar la entrada de luz y reducir 50 cm el canto de las plantas en relación con los sistemas convencionales de formados y vigas; el muro cortina de vidrio con estructura de acero y los (originalmente móviles) puentes elevados. 







La estética maquinista, el movimiento de las cintas transportadoras dentro de las galerías vidriadas y las fachadas transparentes del edificio de la caldera y los cuartos de control, mostrando los tableros de comando y las máquinas de vapor, crearon una rotunda imagen de dinamismo de la Era de las Máquinas.
Actualmente se utiliza como complejo de oficinas de diseño y para empresas de medios de comunicación. 





Fuentes: